
En estas últimas horas, el Primer Ministro de Italia, Silvio Berlusconi, debe estar replanteándose lo que dijo, cuando, tras el sismo que ocurrió en abril -que dejó 50.000 personas sin hogar-, ofreció sus casas para acomodar a las familias desamparadas.
Antonio Bernardini, una de las víctimas, pidió formalmente quedarse en Villa Cerdosa, o Palazzo Grazzolli. dos de las residencias del primer ministro.
El hombre explicó que solo estaba aceptando la invitación de Berlusconi, que, conmovido por el hecho puso inmediatamente algunas de sus casas a disposición de las victimas.
Un copado.
Se quiere matar.
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