
Un judío fundamentalista, atacó con gas lacrimógeno a una mujer que caminaba por una vereda exclusiva para hombres y desoyó sus advertencias.
En Jerusalén fueron muy duros con la condena.
5 días con arresto domiciliario, fuera de la ciudad, otros 15 días sin permiso para entrar a la ciudad, y la prohibición, durante un mes, de participar en manifestaciones y actos públicos.
Los líderes ultra ortodoxos, habían decidido hace tres años que, para preservar la modestia de los habitantes, hombres y mujeres debían caminar por veredas diferentes.
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