
Tras reponerse de los problemas de drogas y todos su derivados, en Australia, los fans de Britney Spears están furiosos con la diva.
Acusan que la organización fue pésima, y a la "princesa del pop" de hacer playback.
Gran parte de la audiencia se retiró cuando el show apenas había comenzado.
Algunos de los fans pagaron hasta 1500 dólares australianos (Ars $5212.-) por las ubicaciones preferenciales.
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