En Nueva Zelanda, un hombre enfermo de Sida, pinchó a su mujer con una aguja contaminada con su sangre, pensando que de esa forma volverían a tener sexo, como no lo hacían desde 2004, cuando le diagnosticaron la enfermedad.
El marido, se enfrenta a una pena de hasta 14 años de prisión.

1 comentario:
hu!
Publicar un comentario